Jane Powell: mucho más que "la otra"
Jane Powell, la encantadora y carismática actriz y cantante fue una de las figuras más queridas de la era dorada de Hollywood. Nacida como Suzanne Lorraine Burce el 1 de abril de 1929 en Portland, Oregón, Jane Powell se convirtió en un ícono de los musicales de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), dejando una huella indeleble en el cine de la década de 1950.
Desde pequeña, Suzanne mostró un talento innato para el canto, lo que la llevó a ser conocida en su ciudad natal como una niña prodigio. Ganó varios concursos de talento y pronto llamó la atención de los cazatalentos de Hollywood. A los 14 años, firmó un contrato con la MGM y adoptó el nombre artístico de Jane Powell. Su debut cinematográfico fue en la película "Song of the Open Road" (1944), donde interpretó a una versión ficticia de sí misma. Aunque la película no fue un gran éxito, sí sirvió como el primer paso hacia una carrera que se llenaría de éxitos y aplausos.
La verdadera magia de Jane Powell se manifestó en los musicales, donde su voz de soprano cristalina y su carisma la hicieron destacar. Uno de sus primeros grandes papeles fue en "A Date with Judy" (1948), donde compartió pantalla con la también joven estrella Elizabeth Taylor. Aunque ambas tenían edades similares, se dice que Powell se asustaba un poco por la presencia de la glamorosa Taylor, a quien consideraba la reina del set. Sin embargo, la química entre ellas fue perfecta, y la película fue un éxito rotundo.
Una de las anécdotas más famosas de la carrera de Jane Powell ocurrió durante el rodaje de "Royal Wedding" (1951), donde originalmente iba a interpretar a la hermana de Fred Astaire. Sin embargo, la película atravesó por algunos cambios de elenco; June Allyson y Judy Garland estaban inicialmente previstas para el papel de Powell, pero debido a problemas de salud y otros contratiempos, la MGM finalmente decidió darle la oportunidad a Jane. En el set, Powell se asombró al ver a Fred Astaire filmar la legendaria escena en la que baila por las paredes y el techo. Como era de esperar, Powell también dejó su marca con su increíble voz en temas como "Too Late Now", que se convirtió en uno de los grandes éxitos musicales de la época.

El punto culminante de la carrera de Jane Powell llegó con "Seven Brides for Seven Brothers" (1954), una de las películas musicales más queridas de todos los tiempos. En esta cinta, Powell interpretó a Milly, una joven recién casada que se enfrenta al desafío de domesticar a los seis hermanos montañeses de su esposo. Este papel no solo le permitió a Powell mostrar su capacidad para la comedia y el drama, sino que también le dio la oportunidad de participar en algunas de las secuencias de baile más elaboradas y emocionantes del cine musical.
Una divertida anécdota del rodaje involucra a Powell y su coprotagonista Howard Keel. En una escena, Powell tenía que cargar a Keel en un gesto cómico, pero a pesar de su pequeña estatura, Powell era sorprendentemente fuerte. Para sorpresa del equipo, logró cargar a Keel con facilidad, lo que provocó las carcajadas de todos en el set. Este espíritu ligero y la camaradería entre el elenco fueron clave para el éxito de la película, que se convirtió en un clásico instantáneo.
A medida que los musicales comenzaron a decaer en popularidad, Jane Powell expandió su carrera a la televisión y el teatro. Apareció en numerosos programas de variedades y series de televisión, y participó en producciones teatrales, incluyendo la exitosa gira de "South Pacific". Powell también fue una presencia constante en eventos y programas de televisión, donde era adorada por su encanto y su actitud optimista.
A lo largo de su vida, Jane Powell estuvo casada cinco veces, lo que reflejó en parte su búsqueda constante de la felicidad y la estabilidad. A pesar de los altibajos en su vida personal, siempre mantuvo una actitud positiva y continuó siendo una figura querida tanto por sus colegas como por sus fans.
Jane Powell falleció el 16 de septiembre de 2021, a la edad de 92 años. Su legado como una de las grandes estrellas de los musicales de Hollywood sigue vivo. Su talento, su voz angelical y su presencia en la pantalla dejaron una marca indeleble en el cine, y sus películas continúan siendo amadas por nuevas generaciones de espectadores.
Con su mezcla de gracia, humor y talento, Jane Powell no solo se convirtió en una estrella, sino en un símbolo de una época dorada del cine, una época en la que el entretenimiento era puro, alegre y lleno de vida. Cada vez que vemos una de sus películas, es imposible no sonreír y dejarnos llevar por la magia que ella, con tanta naturalidad, nos ofreció.