Netflix pierde dinero y suscriptores; echa la culpa a los que comparten cuenta
Put the blame on Mame, cantaba Gilda. En un extraño caso de lost in translation y pronunciation, Mame, boy se transformó en mambo y por extensión "echar la culpa al mambo" pasó a formar parte de nuestro acervo patrio.
Netflix parece que le está echando la culpa al mambo por sus malos resultados y la pérdida de suscriptores, como si no hubieran podido eliminar hace mucho tiempo la posibilidad de hacerlo. Al igual que Microsoft con su sistema operativo Windows, que necesitaba de activación pero no tan obligatoriamente, Netflix apostó por hacer la vista gorda y permitir que la gente compartiera las cuentas con la intención de que todos conocieran su plataforma de streaming.
Y no le fue mal, no. Al menos en España. Hasta hace poco, tener streaming en la tele o en el móvil era sinónimo de tener Netflix. ¿Filmin? ¿HBO? Hasta te miraban raro cuando decías que había vida más allá de Netflix.
De las continuas subidas de precio no dicen nada, supongo que porque formaba parte del plan inicial. Deja que todo el mundo conozca Netflix, que todo el mundo necesite tener Netflix, no sea que te miren mal en la oficina si dices que no lo tienes, y luego cobra lo que te dé la gana.
Con los 17,99€ que cuesta ahora si quieres disponer de contenido en 4K llega de sobra para suscribirte a HBO Max y a Filmin, por ejemplo. Vamos, que se han pasado tres pantallas. ¿Siempre negativo, nunca positivo? No. Al César lo que es del César: siguen teniendo la mejor app de todas y probablemente otras plataformas de streaming no habrían actualizado ni mejorado las suyas si no hubiera sido por la abismal diferencia de calidad y usabilidad que había entre Netflix y las demás.