Conan O'Brien se despide de su late-night show en TBS
Es difícil comprender a este lado del charco la magnitud de la figura de Conan O'Brien. Sí, puede que al gran público le suene algo su cara y su característico flequillo, quizá sepan de su participación en Los Simpson... pero poco más. Allí, en Estados Unidos (y en otros países más dados a consumir cultura norteamericana) es, por méritos propios, toda una institución, pero no estoy aquí yo para intentar convencer a nadie de su grandeza. Quien le conozca bien, ya sabe de lo que estoy hablando. Quien no, puede remediarlo sin problema alguno; hay en la red material de Conan suficiente para pasar media vida divirtiéndose con contenido de calidad sin pagar un duro por ninguna plataforma de streaming. Solo con entrar en su canal de YouTube Team Coco hay de sobra para varios meses.
Ayer se emitió el último episodio de CONAN, su ya ex-talk-show en la cadena TBS y como no podía ser de otra manera, resultó entretenido y emocionante a partes iguales, acompañado de su inseparable Andy Richter y con Jack Black y Will Ferrell como invitados de excepción.
Conan, como es lógico, tenía muchas cosas que decir y qué mejor guinda en el pastel que ser entrevistado por un personaje de excepción. Parecía complicado encontrar alguien adecuado para enfrentarse a un tipo que ha estado sentado en miles de ocasiones en el sillón del entrevistador, pero el programa demostró una vez más estar a la altura de su leyenda: el elegido fue nada más y nada menos que Homer Simpson.
Muchas, muchas ganas de saber qué nos tiene preparado Conan para su nuevo show en HBO Max.