Lo que piensan las mujeres [That Uncertain Feeling] (1941)
Egészségedre! Si las películas tuvieran sentimientos, la que nos ocupa podría tener cierto complejo al encontrarse entre El bazar de las sorpresas (The Shop Around the Corner, 1940) y Ser o no ser (To Be or Not to Be, 1942). Nada que un buen psicólogo no pudiera remediar rápidamente asegurando en la consulta que no tiene nada que envidiar a sus hermanas. Puede ser que el terapeuta exagerara un poco por el bien del paciente, pero tampoco demasiado.

Lo que piensan las mujeres, dirigida como todos sabemos por el gran Ersnt Lubitsch, está basada en la obra de teatro francesa Divorçons, que ya había sido llevada a la gran pantalla con más o menos fidelidad en dos ocasiones anteriores. La segunda, con Lubitsch también detrás de las cámaras, por lo que That Uncertain Feeling puede considerarse un remake de su película muda Kiss Me Again de 1925, aunque haya bastantes diferencias entre ambas.
El reparto es magnífico. Quizá no cuente con lo que se suele considerar estrellas de primer nivel, pero en mi opinión es absolutamente perfecto para una peli que podría denominarse sin problema como una screwball comedy romántica: Melvyn Douglas, Merle Oberon, Burgess Meredith, Sig Ruman... difícilmente superable.
El film no funcionó muy bien en taquilla pero no será porque no lo mereciera. Yo hubiera dado por amortizado el dinero abonado por la entrada solo por ver a Burgess interpretando al inolvidable Alexander Sebastian. Quizá los espectadores de la época eran mucho más exigentes o quizá estuvieran muy mal acostumbrados. Uno muere de envidia al pensar que esta película pudo saber a poco a los fans de Lubitsch que venían de disfrutar en los dos años anteriores de El bazar de las sorpresas y Ninotchka.
Lo que sí me resulta más difícil de entender es encontrar tantas reseñas negativas actuales. Las comentarios de los usuarios, tanto en IMDB como en Rotten Tomatoes, son mayoritariamente desfavorables. Pues bien, desde el exquisito e inquebrantable respeto que me producen las opiniones ajenas, solo se me ocurre una cosa que decir en este caso: phooey!